domingo, 1 de mayo de 2011

En homenaje a Violante . "Hay muchos huertanos que abandonan su casa porque los expropian y se mueren de pena. Que se sepa que esto ocurre".



"Desalojos, expropiaciones, embargos, acoso inmobiliario....zozobra, trastornos, angustia , lágrimas, indignación ...¡¡ REACCIÓN!! En memoria de Violante". Fernando Navarro.


"El crepúsculo impregna la huerta con su infinita melancolía, y al pasar, a mi retorno, junto a las tapias del huerto, oigo al mozo que canta de nuevo, con un dejo de arrulladora tristeza:

“Cuando mi horica me llegue,
quiero morirme en mi tierra...
¡verla, al cerrarse mis ojos,
y tener mi hoyico en ella¡”"

 Patria chica, Vicente Medina 

Pedro y Violante, ante su casa de la huerta

MARCIAL GUILLÉN |El País, 27-06-2010


La anciana que paró un plan urbanístico en Murcia fallece cuatro meses después de ser desalojada

Violante, de 84 años, fue obligada a abandonar su casa en la huerta y realojada en un piso

RAFAEL MÉNDEZ - El Pais,Madrid - 25/11/2008

"Cuando el pasado 18 de julio el Ayuntamiento de Murcia derribó la casa de Violante en la huerta para construir una gran avenida, sus familiares no paraban de repetirlo: "No podrá vivir mucho fuera de la huerta, no soportará vivir en un piso". Violante, de 84 años, sólo resistió cuatro meses. Ayer falleció en Murcia de "parada cardiorrespitoria, shock séptico y fallo multiorgánico", según informó la familia. Sus familiares dicen que falleció de pena, después de luchar durante más de un año por mantener su casa en la huerta.

Hace un año Violante y su marido, Pedro Camacho, de 90 años, fueron noticia porque en el último instante un juez paró los planes del Ayuntamiento de Murcia de derribar la vivienda la vivienda en la huerta y realojar al matrimonio en un piso. El juez tomó la medida para "paliar las graves consecuencias que para la salud" del matrimonio de ancianos "podría conllevar su desalojo y no realojo en condiciones similares". Los ancianos habían vivido toda su vida en una casa de la huerta de Murcia, con gallinas, gatos y limoneros y el juez, basado en los informe médicos, temía por su salud si los mandaban a un piso. Pedro y Violante entendían que su casa podía estorbar, pero pedían una similar, aunque fuese más barata que el piso que les tocaba. El juez impidió el derribo "hasta tanto tenga lugar su realojo provisional en vivienda de similares condiciones en el entorno de la expropiada".
El Ayuntamiento recurrió con el argumento de que esas viviendas en al huerta estaban "condenadas a desaparecer". Y ganó. El Tribunal superior de Murcia falló el pasado mes de junio que, aunque "el abandono de su vivienda" podía "ocasionar perjuicios" a la pareja la vivienda había "sido expropiada y necesariamente debían abandonarla".
El pasado 17 de julio, Violante y Pedro dejaron la casa que habitaban desde 1946. Al día siguiente la piqueta derribó la vivienda. "Desde entonces ella decía que no quería vivir así. Después de toda la vida en la huerta un piso no era bueno para ella y los médicos lo habían advertido", explica su familia. Hace un mes ingresó por primera vez en el hospital y el 10 de noviembre un parte médico alertó del deterioro que sufría la mujer por el desalojo. Anoche falleció en el hospital. Su familia quiere que se conozca el caso: "Hay muchos huertanos que abandonan su casa porque los expropian y se mueren de pena. Que se sepa que esto ocurre"





 Este caso dan ganas de llorar. Violante entendía que podía ser expropiada, sólo pedía una casa parecida, incluso más barata. A cambio la condenaron  a un piso, a sabiendas de lo que iba a pasar. Nadie puede entender como es posible que a alguien le expropien la casa y no le den otra ,al menos de las mismas características.
En Murcia cada vez hay más casos, si pensaran menos en enriquecerse, seguro que primarían  el conservar la huerta y el crecimiento sostenible de la ciudad. Los pequeños entornos de la huerta son absorvidos por la ciudad a cambio  de  grandes y nuevas zonas residenciales completamente vacías, donde no hay ni infraestructura, ni nada, solo casas nuevas que no se venden  y  esto también ocurre en resto de la región.
¿Qué  Murcia se quiere?, en unos años desaparecerá   la esencia de su gente, de su cultura y de su huerta...¿Habrá que evitarlo?. 

Casa natal de Vicente Medina.De Patria chica, Rosario de Santa Fe, Edición del autor, República Argentina, 1920 



"El huertano siente por la tierra un acendrado afecto y la cuida delicadamente, en muchos casos con un desinterés de idólatra ! . . . Durante las horas de ocio, la contempla con silencioso arrobamiento, urgándola cariñosamente para limpiarla de piedrecitas que arroja a la linde, y quitando de los árboles los tallos secos y los retoños inútiles que se tragan el precioso jugo ..."



" El mozo me ha dicho con expresión de acendrada ternura:
—Vivir lejos de aquí!...No me apañaría...¡me entraría murria y me moriríade tristeza ¡
—Después ha añadido, con elocuente ademán, tendiendo el brazo hacia el interior del huerto:
— ¡Este es mi mundo!"  
Patria chica, Vicente Medina.



Vicente Medina.De Patria chica, Rosario de Santa Fe, Edición del autor, República Argentina, 1920 
"Cambian los tiempos, pero desgraciadamente para los pueblos, no cambian los corregidores" Ángeles Lajara."

LA BARRACA romance anónimo de s. XVIII que cantaban los ciegos por los carriles de la huerta, las calles y plazas de Murcia..... en algunas ocasiones terminaban encerrados en los calabozos" Fernando Navarro
LA BARRACA - Anónimo s. XVIII

El rey tiene varios palacios,
en Murcia hay ca ves más casas,
er Corregidor la tiene,
ca uno vive como arcanza;
y ar fin y a la prepartía
salimos con estas ansias;
que les ha dao por meterse
con el probe e la barraca.

Icen qu'es cosa der Rey
y el Corregidor lo manda,
qu'es causa de munchos vagos
que a Murcia vién de mindanga,
icen que lo hacen pa bien
y que les demos las jracias;
yo digo que tó está güeno
pero qu'ejen mi barraca.

La tengo bajo una higuera
junto a la cieca e Meana,
le cantan de día los pájaros
y por la noche las ranas;
es fresca si hace calor,
en invierno es una manta:
y ni er palacio del Rey
vale más que mi barraca.

Pa más aorno en delante
voy a plantar una parra,
en medio corgá d'un gancho
ha d'haber siempre una jarra,
tó er que pase y sed tenga
que puea echarse un trago de agua;
quió icir si no la erriban
la probe de mi barraca.
Mi paere hizo la vivienda
en er quijero e Meana,
por la enza e tomar estao
con mi maere de mi arma;
dos probes picatalones
qu'hicieron nío junto al agua,
er nío pa sus hijiquios
que jué mi probe barraca.

¡Qué güen tiempo, qué regüeno!
cuando a la puerta jubaba;
¡que mal día el que a mi paere
piés p'alante lo sacaban!;
él muerto, mi maere muerta,
yo zagal, aboa una charrasca,
¡cuantas cosas sin la llengua
me está iciendo la barraca!

El Rey tié varios palacios,
el Corregidor tié casas,
a aquer que tiene dineros
ande vivir no le farta,
yo tengo en esa vivienda
to mi bien y toa mi arma;
¿qué le queará a este enfelís
si le erribais la barraca?·

 

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